Es entender que la liberación es una verdadera batalla contra las fuerzas malignas, (Efesios 6: 10-12)"Y ahora hermanos, háganse fuertes en unión con el señor, por medio de su fuerza poderosa. Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan estar firmes contra los engaños del mal. Porque no estamos luchando contra gente de carne y hueso, sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre este mundo oscuro". El Señor Jesucristo vino a liberarnos de tres aspectos: pecado, enfermedad y opresión del mal (Lucas 9: 1-2)
Instruyó a los apóstoles a cerca de la necesidad de predicar, sanar a los enfermos, echar fuera demonios, Lucas 9:1-2 "Jesús reunió a sus doce discipulos, y les dió poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y para curar enfermedades. Les envió a anunciar el reino de Dios y a sanar a los enfermos".
Para hablar de liberación hay que discernir muy bien para evitar los extremos, por un lado desconocer la existencia del mal y por otro, ver el mal por todas partes. Hoy en dia muchas personas han dejado atrás la creencia en el mal como si fuera un cuento de niños; otros no creen en el diablo pues no tienen la fé suficiente para reconocerlo, sin embargo en la iglesia hay personas que tienen discernimiento para poder detectar la presencia del maligno. Muchas personas se sugestionan viendo demonios en todas las situaciones en lugar de darle la importancia a la presencia de Dios en su vida tienen más en cuenta la presencia del demonio y por eso no pueden disfrutar de las ricas bendiciones que Dios tiene para su vida porque antes de sentirse victoriosos se dejan esclavizar por el temor.
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